Por: Dra. Carmen Loaiza Madriz| Presidenta CECR

La disciplina de enfermería abarca los cuidados autónomos y en colaboración con otras disciplinas que se prestan a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermas o sanas, en todos los contextos, sea en escenario público o privado.

Los profesionales de Enfermería sustentan su quehacer en modelos y teorías de la Enfermería, realizadas por exponentes  de la disciplina, que establecen que la gestión del cuidado es el objeto de esta ciencia de la salud, un proceso centrado en el ser humano,  que pierde su sentido si no hay un interés real en la persona, o si el contexto donde se otorgan los cuidados es adverso o altamente tecnificado, pues el contacto humano se ve limitado, y lamentablemente, el futuro nos lleva cada vez más rápido a una tecnificación que saca a los profesionales de la salud de este contexto.  

El cuidado humano debe basarse en la reciprocidad y debe tener una calidad única y auténtica. La enfermera es la indicada en el apoyo a la persona para incrementar su armonía dentro de la mente, del cuerpo y del espíritu, para generar procesos de conocimiento de sí mismo. Desde este punto de vista, el cuidado no solo requiere que la enfermera sea científica, académica y clínica, sino también, un agente humanitario y moral como copartícipe en las transacciones de cuidados humanos.

El cuidado es de carácter universal, pero son los procesos, métodos y técnicas con los que se desarrollan los que varían culturalmente, según la teórica Leninger, es así que en la cultura anglosajona se distingue entre los términos de “care” y “caring”; “care” es la acción de cuidar y “caring” incorpora además un sentido e intencionalidad humanitaria en enfermería.

De esta aseveración es necesario establecer la diferencia que existe entre curación y cuidados en donde añade: los procesos de curar y cuidar presentan diferencias en su esencia y en sus características principales; no puede existir curación sin cuidados, pero puede existir cuidados sin curación.

Con esta afirmación instamos al pueblo costarricense a detectar cuando la atención de la persona en su domicilio o en otros escenarios, requiere de un cuidado científico realizado por un profesional de la Enfermería a una acción de cuido o de asistencia que es totalmente diferente, porque es una acción de apoyo y no requiere dominio científico pero que si este tipo de personas que participan en esta asistencia,  se extralimitan en la acción de cuidado pueden causar un daño importante a la salud de la población.

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