Por: Katherine Núñez Cascante

Vejez no es sinónimo de inactividad ni enfermedad

  • Envejecimiento activo y productivo debe prevalecer en las personas adultas mayores.
  • Estadísticas reflejan que existe un incremento acelerado de personas adultas mayores en el país.
  • Enfermería es primordial en la promoción de una vida productiva.

En ocasiones se tiene la errada idea que envejecer es sinónimo de inactividad o enfermedad, sin embargo, los avances en el país han logrado erradicar y modificar estos mitos.

El envejecimiento activo se puede definir como todas esas actividades que favorecen la calidad de vida de las personas envejecientes, así como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad. Además, no solo es la capacidad de estar físicamente activo, sino que el objetivo es promover la esperanza saludable y calidad de vida de las personas que envejecen, así lo indicó la Máster Mabel Granados, enfermera y especialista en Gerontología de la Universidad de Costa Rica.

“El envejecimiento productivo le hace ver a la persona adulta mayor que puede continuar siendo productivo en la familia, la sociedad, lo cual le da ese sentido de independencia, de autonomía, le permite participar activamente en la toma de decisiones, hace que la persona se sienta digna, capaz de exigir sus derechos y realizarse como persona”

Granados afirmó que entre algunos de esos mitos están: Pensar que esta etapa va de la mano con la enfermedad, que las personas adultas mayores no pueden vivir su sexualidad a plenitud y que las familias deben tratarles como niños, pues con el afán de sobreprotegerlos con algunas acciones, se les atropellan sus derechos y se les limita su autonomía, por lo que considera importante fomentar el envejecimiento productivo.

“El envejecimiento productivo le hace ver a la persona adulta mayor que puede continuar siendo productivo en la familia, la sociedad, lo cual le da ese sentido de independencia, de autonomía, le permite participar activamente en la toma de decisiones, hace que la persona se sienta digna, capaz de exigir sus derechos y realizarse como persona” afirmó la enfermera.

Según comentó, este aspecto es importante, pues muchas veces por situaciones de la vida, sus propios proyectos han sido pospuestos y en la vejez es el momento de alcanzarlos y sentirse autorrealizados para así poder trascender y dejar esas huellas por las que siempre se ha luchado.

Por tal motivo, es fundamental que como población incentivemos a las personas adultas mayores acerca de la importancia de mantenerse activos, conociendo aspectos fundamentales del envejecimiento. La Gerontóloga expresó que para dar a conocer los beneficios, es importante plantear estrategias de divulgación por medio de campañas, capacitaciones a grupos organizados, comunales, hacer uso de la tecnología por redes sociales, etc.

“En este campo las universidades públicas nos proyectamos a las comunidades con talleres de sensibilización a la población sobre la importancia del envejecimiento activo y temas como autocuidado. Además, los Programas Universitarios dirigidos a personas adultas mayores tienen como objetivo promover el envejecimiento activo y productivo” acotó Granados.

¿Cómo puede enfermería ser partícipe de esto?

En el caso del personal de enfermería, la profesional considera que no es ajena a esta realidad, por lo que es necesario que las personas profesionales conozcan aspectos importantes sobre el proceso de envejecimiento para poder comprenderles mejor y contribuir a satisfacer sus demandas y necesidades.

“En la docencia es pertinente que todas las universidades que impartimos la carrera de enfermería incorporen la temática de vejez y envejecimiento en los planes de estudio y en el servicio tomar en cuenta estos cambios propios del envejecimiento para poder ofrecer una atención diferenciada y centrada en la persona y no en la enfermedad” acotó.

Igualmente, indicó que es necesario que enfermería realice más investigaciones sobre temas de manera que aporte conocimiento científico al campo de la enfermería geriátrica y gerontológica en el país.

Para la enfermera, se debe trabajar en incluir una visión positiva ante la vejez y para ello enfermería debe promover el envejecimiento activo desde los diferentes escenarios en los que se desempeñen.

Población envejecida

Según datos del Ministerio de Planificación Nacional y Política económica (MIDEPLAN), en el año 2014, la población mayor de 65 años reflejó un 9.1% lo que evidencia un crecimiento acelerado de personas adultas mayores con respecto a años anteriores, por lo que Costa Rica está envejeciendo a pasos agigantados y este incremento demográfico no es un hecho aislado, sino responde a un contexto mundial comentó la experta.

Ante estas estadísticas, la enfermera expresó que los planes y políticas deben dirigirse a satisfacer las necesidades y demandas propias de esta población, convirtiendo este fenómeno en prioridad en el desarrollo social, cultural, en seguridad social, de atención en los sistemas de salud y en la solidez de los sistemas de apoyo familiar.

A criterio de la profesional, las posibilidades que se fortalezca el envejecimiento activo y productivo en el país, constituye a que la promoción y el éxito han de fundamentarse en el reconocimiento del protagonismo de las personas adultas mayores favoreciendo la capacidad de elección de proyectos que enlacen las preocupaciones y necesidades de cada persona. Para obtener, mejorar y hacer realidad el envejecimiento activo, es necesaria la responsabilidad compartida, que las personas adultas mayores conozcan sus derechos y los exijan y que la sociedad les permita continuar desarrollando su identidad como persona, permitiendo así hacer vida a pesar de mitos y estereotipos, finalizó la enfermera gerontóloga.

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