Por: Katherine Núñez Cascante
- Enfermería trabaja con un equipo interdisciplinar, sin embargo, forma parte activa desde el inicio protocolar hasta el final del trasplante, así como en la educación a los familiares.
En el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología (HNGG) Dr. Raúl Blanco Cervantes, existe todo un equipo interdisciplinario que desde el año 2015 se ha encargado de realizar trasplante de heces y donde enfermería es primordial en la atención.
Todo empezó desde el año 2014, cuando se presentó una crisis por brote de clostridium difficile, donde contaron con usuarios que tenían persistencia de diarrea por mucho tiempo, así lo afirmó la Dra. Diana Paniagua, enfermera del HNGG.
“Enfermería trabaja con un equipo interdisciplinar, sin embargo, forma parte activa desde el inicio protocolar hasta el final del trasplante, así como en la educación a los familiares”
Según explicó, el trasplante fecal, consiste en aplicar heces de un donador sano que ha sido estudiado previamente con exámenes de laboratorio y su historia clínica, para emplearlo a una persona que se encuentra enferma con la bacteria Clostridium difficile.
Esta bacteria, es una causa frecuente de infección asociada a la atención en salud (IAAS), también llamadas “infecciones intrahospitalarias” y ha protagonizado brotes importantes a nivel hospitalario. La edad mayor de 65 años, se ha descrito por varios autores como un factor de riesgo para la infección por Clostridium, esto probablemente se debe a comorbilidades subyacentes y a la inmunosenescencia, comentó la enfermera.
Desde que el hospital inició este tipo de procedimientos, enfermería ha sido pilar importante, por ejemplo: participó en la revisión científica, elaboración del protocolo y coordinación con los servicios involucrados como medicina geriátrica, laboratorio, rayos X y Comité de Soporte Nutricional, además, define en que laboratorio se realiza las pruebas de los donadores, recibe la donación de heces y la procesa en el Laboratorio Clínico, así como estar presente durante el procedimiento para la valoración constante del usuario, en conjunto con el servicio de medicina geriátrica.
“El Servicio de Enfermería participa de forma activa, el enfermero profesional de hospitalización y/o enfermera de Control de Infecciones, participa en la colocación de la sonda nasogástrica o sonda de enema, valoración del usuario, aplicación de las heces de acuerdo a la vía de administración definida previamente, además de brindar educación a la familia. Posteriormente, tanto el profesional como el auxiliar de enfermería realizan control de signos vitales y vigilancia de efectos secundarios en las horas próximas del procedimiento, por lo que es una labor bastante significativa” puntualizó Paniagua.
En cuanto a datos estadísticos, este es un procedimiento que ha tenido gran efectividad, según cifras del Comité de Infecciones Nosocomiales del HNGG, desde el 2015 a la actualidad, han atendido a 203 usuarios, los cuales 161 han sido tratados con antibióticos y 42 con trasplante fecal.
“Concerniente al número de personas usuarias que reciben infusión fecal del 2105 al 2018, de los 42 pacientes, 37 usuarios del hospital geriátrico logran resolver Enfermedad Diarreica Aguda por Clostridium difficile, esto es correspondiente a un 88% de efectividad” explicó la profesional.
Diagrama 1: Esquema de tratamiento de Clostridium difficile con TMF en el Hospital Geriátrico, Costa Rica, 2015-2018
Fuente: Comité de Infecciones Nosocomiales, HNGG
Según indicó Paniagua, este tipo de trasplante posee efectos adversos escasos y leves, donde se trata de un procedimiento bien tolerado y seguro para el receptor. En cuanto a la enfermedad de diarrea por Clostridium difficile, comentó que es más común la aplicación de trasplante fecal en personas mayores, ya que se asocia a un factor de riesgo, sin embargo, también se ha presentado en adulos o menores de edad, pero en mucho menor medida.
¿En qué debe especializarse un profesional de enfermería para la atención de este procedimiento?
Para la participación en la elaboración y actualización del Protocolo Local de Trasplante fecal, se requieren conocimientos en Control y Prevención de Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud, conocimientos en Epidemiología de Campo y asesoría por parte de especialidades como Geriatría, Infectología y Gastroenterología, considerando las disciplinas y servicios involucrados en el proceso, afirmó Diana.
Para la participación en el procedimiento de Trasplante de Microbiota Fecal, el profesional de Enfermería del Hospital Nacional de Geriatría posee conocimientos en la atención de salud de usuarios geriátricos mediante su intervención por medio del Proceso de Atención de Enfermería. Además, poseer el grado de Licenciatura de Enfermería y conocimiento del Protocolo Local de Trasplante Fecal, considerando que existen acciones de supervisión y control de forma general y habitual por parte del Servicio de Enfermería del Hospital Geriátrico, finalizó.
En cuanto al futuro del trasplante fecal en el país, la especialista afirma que, a pesar de que existen protocolos a nivel local en diferentes centros de salud, todavía no hay un protocolo nacional estandarizado para el trasplante de microbios fecales, no obstante, el estudio del microbiota fecal a nivel mundial apenas inicia.
“Son muchos los retos que se presentarán en el camino, ya que este estudio a nivel mundial apenas inicia. Enfermería es parte del equipo de atención de salud y por eso es necesario estar involucrados en estos procesos, mediante conocimiento, proactividad y liderazgo” finalizó la profesional de enfermería.
A criterio de la profesional, enfermería debe involucrarse mayormente en estos procesos interdisciplinarios, ser proactivos y atreverse a realizar procedimientos adicionales para lograr el objetivo principal, el beneficio de las y los usuarios.
Exelente Diana felicidades por tan buena labor.