Por: Katherine Núñez Cascante
Ser madre no es tarea fácil, mucho menos cuando de profesión se es enfermera las cuales comúnmente, cuentan con jornadas de trabajo por turnos y deben dividir sus labores con hijos y familia.
Según nuestras tres madres entrevistadas y profesionales en enfermería, el secreto está en balancear sus prioridades y dedicar siempre tiempo para su familia.
¿Pero cómo se logra esto? ¿Cómo se combina la profesión de enfermería con el rol de ser madre?
La Dra. Gina Peña, tiene 31 años de ser enfermera, trabaja en el Hospital México y tiene dos hijos; uno de 24 y otro de 20 años. Pese a sus horarios, ha logrado siempre combinar su profesión con el rol de ser madre, aprovechando el tiempo que le queda con sus hijos de acuerdo a las diferentes necesidades ya sea estudio, diversión o responsabilidades, pues asegura que nunca ha trabajado más de su jornada.
“Nunca tuve problema con mi trabajo, mis hijos sabían cuál era la naturaleza de mi profesión, y además hasta donde fuera posible, mi prioridad han sido ellos, por lo que traté de dedicarle a mi trabajo el tiempo obligatorio nada más, ser madre es un don divino, pero también una escogencia, es algo muy superior a una profesión” afirmó la enfermera.
Para ella, el mensaje para todas aquellas mujeres enfermeras y madres es que prioricen siempre su familia, ya que ellos necesitan tiempo de calidad y no cosas materiales, la felicidad está en compartir su tiempo con los seres queridos, finalizó.
“El secreto para ser madre y enfermera está en balancear prioridades y dedicar siempre tiempo para su familia”.
Otra mamá todo terreno es la Dra. Shirley Vargas, ella también es enfermera y egresada de la maestría académica en Gerontología, tiene 18 años de ejercer su profesión, actualmente trabaja en la escuela de enfermería de la Universidad de Costa Rica y tiene una hija de 12 años.
Aunque su trabajo actual no rige en turnos, sabe que combinar la profesión con el rol de mamá es complicado, pero expresa que la clave está en el balance, siempre dedicando tiempo a su familia, en su caso, afirma que ha contado con el apoyo de su esposo y eso es otro factor importante.
“La combinación de ser mamá y ser enfermera ha sido una de las experiencias más bellas que he vivido en mi vida en todo el aspecto de la palabra, ser madre es una experiencia que cuesta mucho explicarse, pero en realidad es una etapa de crecimiento para toda la familia, cuando hablo de mi experiencia me veo en la obligación moral de resaltar que no me tocó sola la tarea, pues he tenido a la par a esa persona, al papá de mi hija ejerciendo su papel con mucho compromiso y amor” afirmó la enfermera
Vargas se atreve a decir que se encuentra en el mejor trabajo del mundo, ya que puede dedicarle tiempo a su familia y a su vez ejercer la enfermería que tanto le apasiona.
Entre los aportes o legados que le inculca a su hija de su profesión como enfermera, están los principios y valores, el respeto por la vida humana, por la expresión de opiniones diferentes, el ver al otro o la otra como una persona quien es fruto de un entorno: comunitario, familiar etc. y de la capacidad de valorar lo que siente, piensa y dicen las demás personas.
“Además le enseño cada día el cuidar, pero sobre todo autocuidarse, tratar de realizar ejercicio todos los días, comer sano, cultivar la salud mental,ser agentes de salud y no de enfermedad” finalizó la gerontóloga.
La Dra. Florita Salazar, tiene pocos años de ejercer la enfermería, pero al igual que sus colegas, es madre de dos hijos, una niña de 9 y un niño de 6 años.
Salazar tiene 3 años de ser enfermera y actualmente trabaja en el Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, aunque sabe que todo comienzo es duro, esta profesional afirma que lo primordial para combinar sus labores y su familia es la buena administración del tiempo.
“Es súper difícil trabajar en una profesión que no tiene horarios fijos, más cuando se tienen hijos pequeños, sin embargo, mi clave ha sido aprovechar al máximo mi tiempo libre con ellos, sea cual sea el horario de trabajo que tenga, siempre debo esmerarme por darles calidad de convivencia” afirmo la enfermera.
Para ella aunque muchas veces debe dejar su familia para la atención de otros niños o personas, es una experiencia muy hermosa y afirma que sus hijos saben el amor que le tiene a su profesión y les ha inculcado que un profesional de enfermería sirve a Dios en su trabajo, de este modo tanto sus hijos como ella se sienten orgullosos de lo que significa ser enfermera.
“A todas las colegas que son mamás les deseo muchos años más de vida y salud para poder seguir sirviendo a Dios desde esta hermosa profesión y que siempre reine sobre toda la sabiduría para realizar de la mejor manera la gran tarea de ser mamá” finalizó la profesional.
De parte del Colegio de Enfermeras de Costa Rica, les deseamos a todas las mujeres, madres y enfermeras muchas felicidades en este mes de las madres.