Son las 5:30 de la mañana, la alarma-despertador de mi celular me anuncia que ha iniciado un día más. Me preparo para ir al trabajo como todos los días, salgo de casa sin desayunar, conduzco hasta el hospital que hoy me corresponde visitar y, por primera vez, me percato de que alrededor de estos siempre hay mucho tráfico. La cafetería de la esquina es mi lugar preferido para desayunar en la zona, tomo un café y unas tostadas velozmente e inicio mi jornada.